lunes, 11 de julio de 2011

Compromisos, promesas, juramentos ¿Son cadenas o laureles para nuestra vida?


Sin amarras

Te he soltado... de la manera más impensada
al principio con mucho dolor y pena,
llorando a más no poder hasta quedar exhausta
como culpable de una condena.
Luego vino la vida y con su sutileza
está poniendo todo lo acontecido en su lugar
de a poco de manera diáfana con simpleza
sin olvidar detalles, ni gestos, ni tu caminar.
Parece mentira que fuera ayer cuando mi corazón agrietado
por tan sorpresiva y certera puñalada ...muriera destrozado.
Pero quedó algo ahí, era un trocito, una pequeña luz de esperanza
que ha ido creciendo muy, muy lentamente
lo destrozado, ha ido reponiendo
pues siendo...cruelmente golpeado, quedó falleciendo.
El hilo de esperanza va creciendo y suturando...
ahora puedo mirar atrás y decir con tranquilidad
que de manera serena confío, confío en la vida
para nuevamente, a latir, comenzar.
No me vestiré de ningún tipo de caparazón
aun cuando sea vulnerable frente a los que me rodean,
prefiero ser así sin temores y auténtica
confiando en esta maravillosa experiencia: ¡Vivir la vida plena!
¿Ilusa, idealista?  Por el contrario, viviendo...
Nunca pensé que soltaría así sin penas ni alegrías
sólo desamarrar  y dejar ir esa persona, ese recuerdo,
esas vivencias que parecen que fueron hace tanto tiempo
que a veces pienso... ¿Lo habré soñado o fue real?
Tanta confianza, tan bella amistad, tan desinhibida,
tan pura, espontánea y para mí, sin tapujos.
Por ello quedo tranquila, pero digo…
¿Por qué ocultamos nuestra esencia en pos del que dirán?
¿No es mejor ser fiel a nuestro interior?
¿A lo que grita nuestro corazón?...
Al menos yo estoy en ese camino
mientras seamos fieles a nosotros mismos, no enfermaremos...
¡sí, yo lo fui!  Por ello estoy en este lento pero bello proceso....
recuperarme, recuperar quien soy, y ser leal a ello,
no es de un día para otro, pero para allá voy.
Verán el cambio de la mirada, la ventana del alma
que hoy está un poco triste, un poco cansada
y brillará este nuevo corazón, sin dudas,
con venas nuevas y sangre pura.
Gracias Dios y gracias amigas
han hecho este capítulo, menos dificultuoso,
quizás mi destino escrito, era otro…
Me pregunto...
¿Estaría en mares turbulentos, ahogándome?
¿O hubiera muerto, desangrándome?

Esos episodios fuertes, intensos en la vida, van de la mano con los antagonismos que nos produce...

POR MUERTE...LA VIDA



Muero para vivir
Morir?  Si, morí......
pero mi muerte es rápida, de una fuerza potente
aun cuando veía venir la muerte, no quería darme cuenta,
sólo tuve que recibir esa estocada fuerte, dolorosa,
que no te deja respirar, ni siquiera pensar
pues duele, más fuerte que cualquier otro dolor.
Es permanente, te persigue, te acecha,
no te deja ni cuando quieres dormir.
Te cuesta respirar y lo haces dificultosamente
lanzando un gran suspiro que pareciera el del fin.
Nadie puede dimensionar lo que se siente, sólo el que lo padece
pero vale la pena sentirlo y reflexionar sobre el por qué...
¿Por querer tanto, por entregar demasiado,
por estar siempre presente,
por acariciar y cuidar de las heridas,
por dar fuerza e impulsar a ser nuevamente un viviente?.....
Raro. Las inconsecuencias de esta vida...
no son motivo de entendimiento ni estudio.....
sólo sé que fue doloroso el después,
pero....es verdad,
¡Volvería a morir.....por ello!
¿Masoquista?........ ¡No! .......HUMANA
YO no me resisto a AMAR  y ser AMADA.