martes, 5 de julio de 2011

Este cuento breve, utiliza diálogos y registro de voz diferenciado.

CONFESIONES
                                                                    Erika Badani

Pedro Ramírez, como cada domingo, caminaba con pasos cortos y mecánicos  hasta llegar a la esquina y luego se devolvía, diríase que la  flor que apretaba en su mano se marchitaba con la rapidez y reiteración con la que actuaba. Dentro de poco, comenzaba la tarde libre de la bella Jacinta y el joven peinado, engominado y ataviado con su traje azul había decidido abordarla. Al fin.
-          Buenas tardes Jacinta

-          ¿Qué hace aquí? Ya, ya váyase, no ve que nada más  la Misiá Charito tomó su medicina y está mirando por la ventana.

-          Pero mi Jacinta, yo sólo quiero… quiero hablarle –dijo Pedro con la más nerviosas de sus sonrisas estirando atolondrado la flor hacia la joven.
La muchacha se la puso en el pelo y enrollando el bolso en su brazo lo miró picaronamente.
-          Ay usted Pedrito, no más me está gateando.

-          ¡Pero qué cosas dice! ¿O a poco no sabe que yo siento por usted cosas lindas y puras? Logró responder el joven.

-          Vámosle mejor y caminemos, mire que quiero disfrutar de mi tarde.
Así fue como ambos jóvenes llegaron a la Taberna de Rengifo, en dónde se decía que preparaban las mejores enchiladas de la región. Pedro no podía más, sus latidos a mil, sus ojos brillaban, tanto sonreía que su garganta dejaba escapar toda la humedad. Necesitaba tranquilizarse y así lo entendió su cuate quien puso sobre el mantel de grandes cuadros, una jarra y dos vasos con  el mejor jugo de tunas.
-          Bueno, no crea usted, mi Jacinta que yo quiero jorobarla, yo sólo quiero que usted…

-          Ya pos Pedro, no le dé tantas vueltas, y dígame qué es lo que quiere decirme.
Ramírez, carraspeó un par de veces, bebió su jugo y le dijo.
-          Jacinta, yo quiero ser su enamorado, su marido. Hace meses que la miro y usté me sonríe, pero hoy me he decidido y pos ..Usté  me dirá, yo sólo le ofrezco mi corazón sanito y purito, to’o enterito pa’ quererla y tener familia.

-          En verdá usté es re padre, es trabajador, tiene sus animales, su terrenito; pero primero tiene que hablar con la Misiá.  Ella es  mi señora y hay que respetarla.

-          Por usté mi Jacinta hermosa, forrito de mi vida, yo haría cualquier…

-          ¡Ya, ya, ándele,… déjese de tanto discurso, no sea que me esté dando atole con el dedo. En tantito hable con mi patrona, veremos.
El muchacho entendió esas palabras por un sí, entonces acercó su mano por sobre el áspero mantel y le acarició sus dedos- La muchacha enrojeció, bajó la mirada y dijo en voz bajita – Yo, yo tengo algo que decirle…. -¿Qué  le pasa mi Jacintita? ¿Por qué se me pone así? ¿Qué tiene que decirme?
Ella, continuaba mirando su falda, sin embargo Pedro sintió una leve presión sobre su mano que lo hizo presentir algo, no sabía qué. La muchacha luego de un silencio prolongado, levantó su mirada, buscó algo en su morralito y dijo: - Mire, yo tengo pasaje para regresarme a mi casa pasado mañana.
JOROBAR: Molestar, importunar / CUATE: Amigo, socio, compañero / FORRITO: Mujer bonita y bien formada / GATEAR: Enamorar a las sirvientas / DAR ATOLE CON EL DEDO: Hacer promesas u ofrecimientos que no se cumplen / PADRE: buena persona, decente

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