jueves, 1 de septiembre de 2011

Los procesos internos de cambio, suelen ser fuertes, dolorosos. La chispa inicial se convierte en fuego que nos mantiene en una hoguera en donde sentimos que nuestra vida se va consumiendo día a día. Afortunadamente, una sola gota de agua puede ser el comienzo para apagar aquello que nos destruye.

                                     EXPERIENCIAS
                                                                               XYZ
Nunca imaginé que después de caminar
arrastrando pesadamente mi cuerpo y mi alma
con mi corazón y mis emociones totalmente devastadas,
dolorida por tanto sufrimiento... sufrimiento...
volviera a sentir el aire que da vida.

Me aferré a un sentimiento que no era recíproco
fui poco a poco entendiendo que vivía sólo  en mí.
Había fabricado un mundo ideal e imaginario,
Sin ningún letrero para poder salir.
Hasta que cierto día, siendo temprano por la mañana,
abrí de manera súbita mis ojos y pude entender todo claro.

Dios estaba conmigo, vio mi capacidad de entrega y decidí usarla en mí,
pasó el tiempo y poco a poco me daba cuenta lo maravillosa que soy.
¡Valgo, porque existo  y estoy aquí!
Me lo repetí diez veces, y lo escuché feliz.
De repente, sin buscarlo, empezaron a suceder cosas maravillosas,
signos y señales de que caminaba por un sendero de progreso,
que todo aquello que había sembrado, ahora florecía
para encantarme con lo dulce y aromático  que nacía.

Lentamente la vida me ha ido enseñando que si siembro bien,
cosecharé vivencias  y situaciones buenas, con encanto
miro atrás y veo que me estoy sintiendo fortalecida
y el dolor que tuve que pasar fue preciso, a tiempo, exacto.

Me permitió despertar y valorar que dentro de mí, aun habita la niña.
La había hace mucho olvidado, enterrado y  ya ni la recordaba, 
Crecí para estar siempre pendiente y entregándome a otros...
no me arrepiento,  sirvió para darme cuenta lo potente que soy
 y ahora desperté a la vida, dejando atrás todo rencor.

Vida maravillosa que me rodea y que disfruto en todo su esplendor,
Gracias vida, gracias sufrimiento de épocas pasadas,
todo fue permitido y pasó por una razón.
Pude mirarme, reconocerme y  valorarme
Para reconstruirme en el ser amalgamado y consciente
Que camina por esta senda memorable
Y ansía ser para mi cristalina agua, una sólida fuente.
Aquí estoy de nuevo, parada y fortalecida
¡Gracias, gracias DIOS, Gracias Vida!

No hay comentarios:

Publicar un comentario